Regresamos con las entradas invitadas. Ahora le toca el turno a Sergio Gutiérrez Espinoza, estudiante de la licenciatura en Ciencias Computacionales, quien nos comparte su experiencia como competidor en las primeras ediciones de la OMIBC y como actual entrenador de primaria.
A inicios del año 2013 conocí la olimpiada gracias a comentarios de un amigo cercano, Adolfo mejor conocido como “Fito”. Me contaba de lo difícil que eran los problemas y cómo se necesitaba ir más allá que lo que la escuela ofrecía. En ese momento yo cursaba el segundo semestre del bachillerato, pero no fue sino hasta el tercer semestre que yo comenzaría a adentrarme al mundo de la programación.
Después de tanto escuchar a mi compañero hablar tantas maravillas de la programación y de lo elocuente que era un tal profesor Juárez decidí involucrarme en la olimpiada. Al iniciar mi participación en la competencia mis conocimientos de matemáticas y programación eran muy pocos por no decir nulos, uno de los exámenes no lo respondí a tiempo dejándome así en el séptimo lugar faltando tan solo un examen presencial para que finalizara el proceso estatal. Después de lo ocurrido mis expectativas de tener un lugar en el nacional eran casi nulas, esto me hizo querer claudicar, pero después de reflexionar decidí seguir adelante con mucha dedicación; los días siguientes mi vida se tornó en una rutina muy pero muy agotadora: despertar, ir a la escuela, estudiar, hacer ejercicios y dormir (cabe decir que algunos días el dormir era un regalo), esto se repitió día tras día hasta la llegada del ultimo examen, en la ceremonia de premiación todos nos llevamos una enorme sorpresa: los 4 elegidos para competir en la etapa nacional que se llevaría a cabo en Pachuca, Hidalgo éramos Adolfo, Carlos, Fortino y yo.
Durante nuestra estancia en Hidalgo formamos una convivencia muy cercana entre nosotros y el profesor: los días del olímpico en competencia son tanto entretenidos como divertidos, desde el viaje en compañía de aquellos que consideras tus amigos hasta las mil y un aventuras que se pueden tener con diversas personas de todo el país; la diversidad de culturas que chocan entre sí hacen de esta una aventura inolvidable. Aún habitando dentro de un mismo país cada uno de los competidores tienen personalidades que los hacen únicos; el visitar un nuevo estado te permite conocer diferentes aspectos de su cultura diaria: su gastronomía, costumbres, música, entre otros muchos aspectos que hacen amar una vez más a México, regalándonos paisajes hermosos y vivencias increíbles en sus pueblos mágicos como nos pasó a nosotros visitando Huasca un pueblo entre árboles de la huasteca hidalguense y un clima que crea un misticismo en sus tierras.
Los exámenes fueron largos y los problemas agotadores. Como era de esperarse, el resultado no fue muy favorable para algunos de nosotros, pero esto mas que hacernos decaer nos hizo darnos cuenta lo mucho que faltaba por aprender.
Después de la experiencia de ser un olímpico mi forma de estudiar y prepararme cambió, pude darme cuenta que ser metódico es muy importante. Para pulir nuestra manera de programar y expandir nuestros conocimientos Adolfo y yo tuvimos la oportunidad de participar en un curso para entrenadores efectuado en la Ciudad de México por parte del Comité Mexicano de Informática (COMI).
Hace 3 años me involucré nuevamente en la 4a. OMIBC apoyando al comité organizador que coordina la maestra Eloísa. Durante la quinta edición, que fue la primera olimpiada en donde se integraron las categorías de primaria y secundaria, mi entusiasmo y dedicación con el proyecto me llevó a participar como entrenador de la categoría A de primaria. Gracias a los buenos resultados en esta última olimpiada, pude trabajar con los estudiantes de la categoría B y actualmente me encuentro preparándome para iniciar una nueva edición.
En esta trayectoria como participante-olímpico-entrenador me doy cuenta que muchos de mis compañeros y varios alumnos tienen un talento sin comparación, pero no es exactamente eso lo que los llevo a tener éxito sino su dedicación y constancia en lo que a ellos les gusta. Esta experiencia me ha hecho que mejore como estudiante y como persona, brindando mi elocuencia al hablar y mis conocimientos a nuevos potenciales, apoyándolos en su preparación temprana para que en un futuro en ellos se encuentre un campeón nacional. Para aquellos que no desean competir, ayudarles a encontrar su talento y que logren cumplir sus sueños y metas tal y como mis compañeros y maestros lo han hecho conmigo.