En esta entrada invitada, el maestro René Cardona nos comparte su experiencia como profesor y director de una secundaria en las primeras ediciones de la olimpiada. Esperamos que al leer el documento que él nos comparte, más maestros y directores se animen a participar en la OMIBC.

En 2011 tuve la oportunidad de participar por primera ocasión en la Olimpiada Mexicana de Informática, que organizó la UABC. Debo admitir que no tenía ninguna idea de qué trataba esta competencia, sin embargo, mi objetivo era presentar a mis alumnos la posibilidad de participar en un evento que los acercara a las ciencias.
La escuela en la que laboraba en ese momento era muy pequeña y el poder sobresalir en actividades deportivas, como lo hacían el resto de las escuelas, no era muy factible, por lo que me dediqué a buscar competencias como la OMIBC donde pudieran sobresalir mis alumnos.
Al principio no creía que mis alumnos pudieran pasar de las primeras etapas debido a la falta de experiencia en este tipo de eventos, sin embargo, me di cuenta con agrado que no sólo eran los alumnos capaces de avanzar, sino que también estaban emocionados conforme iban viendo sus logros.
Olvidé mencionar que en esa época la competencia no estaba diseñada para alumnos de secundaria y estaba principalmente pensada para alumnos de preparatoria. Agradezco todo el apoyo que la doctora Eloísa y el profesor Francisco nos ofrecieron para poder participar.
Los alumnos avanzaron hasta la etapa de presentar la siguiente evaluación en el campus de la UABC en Ensenada. Es increíble ver cómo cambia la actitud de los alumnos cuando pueden explorar más allá de las cuatro paredes que representan su experiencia educativa regular. Si añadimos a esto que también nuestros alumnos quedaron en los tres primeros lugares, la experiencia fue muy enriquecedora, inclusive para aquéllos que no ganaron, puesto que ahora que entendieron el proceso, estaban determinados en lograr un mejor lugar el siguiente año.
Tuve la oportunidad de impulsar la participación de mis alumnos por cinco años, y fue verdaderamente gratificante ver su crecimiento en esta área, sobre todo ver cómo en la primera ocasión participó una sola alumna, para en la quinta edición ver que participaban diez, y que se medían con los demás participantes como iguales. Inclusive tuvimos la oportunidad de enviar a un alumno de secundaria a participar en la OMI nacional con alumnos de preparatoria, donde quedó entre los mejores 20 del país.
Participar en la OMIBC es una oportunidad que las escuelas no deberían perderse, menos ahora que existen las categorías para primaria, secundaria y preparatoria, sobre todo si queremos darle a nuestros alumnos la capacidad de participar en el escenario global que día a día es más marcado por el crecimiento en el área de tecnología y ciencias computacionales.
Prof. René Cardona